Decididos a crear algo nuevo, diferente y dirigido a un target adolescente, cuyo interés estuviera en los dramas adolescentes, y sus comedias. Marvel se interesó en darle un gran trabajo a Sean McKeever, quien escribiría una historia sobre Mary Jane y su vida en el instituto Midtown, donde los líos adolescentes estarían por doquier y donde la señorita Watson se enamoraría perdidamente del superhéroe llamado Spiderman. Tras crear dos miniseries tituladas “Mary Jane” y “Mary Jane: Homecoming”, el autor continuaría con “Spiderman loves Mary Jane”, todo esto con el inconfundible artista Takeshi Miyazawa para añadirle ese gran toque juvenil. En este tomo veremos a Mary Jane vivir el día a día con sus amigos, pero los problemas de romances, reyes del baile, y demás, jugarán una mala pasada a los lazos que tienen construidos. Además, Mary Jane empezará a encontrar su verdadera vocación entre todo el dramatismo adolescente.
En general, estamos ante una historia realmente cálida, tierna, embriagadora y que engancha como ninguna otra dirigida al público adolescente. Y es que aquí no hay ningún enemigo a abatir, sino que todo se basa en unas complejas relaciones entre adolescentes del entorno de Mary Jane Watson (e, inevitablemente, Peter Parker). Debido a ello, Sean crea una historia bastante sólida en la que Mary Jane se encapricha de Spiderman mientras sigue viviendo su vida y dándose cuenta de varios factores claves, a pesar de tener sus propios defectos. Además de ello, las relaciones de Mary Jane con sus amigos y sus dinámicas son tan clave que hasta consigue que te preocupes por ellos y odies cuando ocurren situaciones que los perjudican. Esto es, una auténtica comedia y drama romántica adolescente con cameos y trasfondos superheroicos que acabas amando desde las primeras páginas gracias a la fantástica labor de Sean y Takeshi.
En cuanto a los personajes, Mary Jane es una chica de muy buen corazón, que ayuda a sus amigos todo lo que puede y que es bastante famosa en el instituto por su carisma, personalidad y físico. Sin embargo, a veces puede pecar un poco de inocente o de desear las cosas a toda costa sin saber el riesgo que conlleva, entre otros defectos como su inseguridad. Spiderman aparece de vez en cuando peleando con algunos villanos para salvar la situación y ni se plantea tener pareja. Liz es algo presumida, habla demasiado y está obsesionada con ser la reina del baile y los novios. Es algo controladora respecto a su novio, Flash, pero tiene buen corazón y no quiere que su amiga ni nadie hiera los sentimientos de su pequeño grupo. Flash es un abusón y no controla las palabras o actos que realiza, por lo que, de vez en cuando, se lleva bastantes regañinas, algo que acepta, pero que en el fondo se toma a mal. No obstante, ama a las personas de su grupo y se preocupa por ellos, aunque algunos sentimientos ocultos pueden entorpecerle. Harry Osborn es muy buen muchacho y siempre colabora con sus amigos, pero aunque está enamorado de Mary Jane, su comportamiento se vuelve radicalmente estúpido cuando quiere hacer lo que quiere a su modo e involucra a los demás. Peter Parker es el personaje que mejor se comporta en esta historia, intentando ayudar siempre y evitando dar problemas a los demás. Por ejemplo, podemos verle ayudando a estudiar a Harry y a Mary Jane. Lindsay es una alumna celosa y resentida que busca dañar a Mary Jane atacando a su corazón por robarle el papel protagonista en el teatro.
Sobre el ritmo, Sean McKeever consigue guardar cierto equilibrio en los tiempos, y, gracias a ello, consigue engancharte a la lectura, puesto que en ningún momento se siente lento o que la trama no avance.
Respecto a la edición, nos encontramos con un fantástico tomito en tapa blanda de 15×23 cm, con una encuadernación bastante buena -aunque no recomendamos abrirlo del todo, pese a que muy pocos bocadillos tiendan al centro-, unas páginas resistentes a la relectura y un precio muy asequible (9,95€) por el contenido total. En esta obra se recopila Mary Jane (2004) núms. 1 a 4, Mary Jane: Homecoming (2005) núms. 1 a 4 y Spider-Man loves Mary Jane (2006) núms 1 a 3. Ahora bien, a modo de extra, podemos encontrarnos un prólogo fantástico de Lidia Castillo, y dos páginas de diseños de personajes por Takeshi Miyazawa al final de la obra.
A nivel artístico, Takeshi Miyazawa aporta un estilo manga bastante preciosista que encaja con el tono de la obra y que, además, destaca mucho su capacidad de reflejar una amplia gama de emociones en los personajes, tanto facial como físicamente. Prácticamente, puedes leer las emociones de los personajes sin leer los bocadillos y casi entender lo que te quieren decir. Sin duda alguna, Takeshi es fantástico en cada una de las viñetas, incluso en aquellas en las que aparece Spiderman como cameos luchando con algún supervillano.
En definitiva, considero que estamos ante un tomo magnífico y tremendamente entretenido al que agradecemos que se le dé una segunda oportunidad con esta edición, porque es una historia teen increíble y que encantará a todo lector que le dé una oportunidad. Sin duda alguna, un tomo muy recomendado.
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