Al frente de “Caballero Blanco” está Sean Murphy, quien actúa como artista completo al ocuparse de textos y dibujos. Hablamos de un talentoso artista en cuanto al dibujo, pero que se ha prodigado menos con los guiones en comparación a la ilustración. Algunas de sus obras más interesantes como “Punk Rock Jesus” o “Crononautas” también se han reseñado en esta web.
Vaya por delante que crear una obra estando a cargo de todos los aspectos creativos de la misma es un gran reto, y eso es algo que valoro por encima de otras cosas, como pueda ser mi opinión general de la historia. Esto lo digo porque, desde mi modesta opinión, en “Caballero Blanco” me ha satisfecho más la labor de Murphy como dibujante, pero abordaré eso al final.
¿Qué historia nos ofrece Batman: Caballero Blanco? La sinopsis de la misma es la siguiente:
Batman: Caballero Blanco narra la transformación del Joker en Jack Napier, un ciudadano ejemplar de Gotham City. Tras reconciliarse con Harley Quinn, Jack pone en marcha una campaña cuidadosamente planeada, que tiene como objetivo desacreditar a la única persona a la que ve como el verdadero enemigo de la ciudad: Batman.
La cruzada de Napier expone la corrupción en el Departamento de Policía y lo convierte en concejal, en un héroe cívico. Pero cuando los pecados de su pasado vuelven a amenazar todo lo que ha logrado, la línea entre salvador y destructor empieza a difuminarse tanto para el Príncipe Payaso del Crimen como para el Caballero Oscuro… y con ella, las esperanzas depositadas en el futuro de Gotham.
Como podéis ver, a esto es a lo que me refería al mencionar que estamos ante una historia de un universo alternativo de Batman. Aquí se parte de la premisa de que el Joker, a raíz de un tratamiento con fármacos, irá curándose de su locura interior, aquella que le hizo ser temido por cualquier gothamita normal y corriente, y merecedor de muchos apodos, entre ellos el del Príncipe Payaso del Crimen.
Es un tanto ingenuo pensar primero que alguien con la cabeza tan hecha polvo como el Joker se va a curar con medicación. Y si aceptamos lo anterior como algo posible, creerse que de verdad alguien con su reputación e historial pueda ser un Caballero Blanco (como opuesto al Caballero Oscuro que siempre ha sido Batman) respetado por casi toda Gotham, llegando a ser un funcionario público electo… es poco menos que una locura en sí misma. Por eso me cuesta disfrutar la propuesta narrativa que Murphy nos ofrece, por mucho que sea una historia alternativa de un hipotético universo de Batman.
No obstante lo anterior, si aceptáis que los acontecimientos relativos al Joker y su curación y conversión en héroe público son posibles, la historia creada por Murphy es entretenida y disfrutable. Hay buenas situaciones en las interacciones entre algunos personajes, y también se trabaja bien la parte más introspectiva de personas que forman parte de las vidas de Batman y el Joker. Y claro está, Murphy nos ofrece muchas escenas de acción, donde el artista se luce especialmente, ya sea en combates cuerpo a cuerpo o en persecuciones con todo tipo de vehículos. Veréis una gran variedad de batmóviles en las viñetas, cosa que siempre es de agradecer para rememorar otras épocas del personaje.
La labor de Murphy se puede valorar de forma completa debido a su total implicación en los diferentes aspectos creativos de la obra, o de forma separada, como prefiera el lector. Yo he optado por valorar de forma notable su dedicación al apartado gráfico, donde hay un notable nivel, mientras que el narrativo me ha parecido un tanto flojo, porque, aunque le dé cancha en lo que propone sobre la milagrosa curación del Joker (puede ser un truco o no del villano, pero que la gente de verdad crea en su rehabilitación es muy ingenuo), la trama en sí no me parece nada del otro mundo. Se lee fácil y no se hace cansina la historia, pero no es nada extraordinario.
¿Merece la pena Batman: Caballero Blanco? Sinceramente… DEPENDE. Si buscas una historia con un notable dibujo y una historia pasable a pesar de sus incoherencias, sí que es recomendable, siempre que estés dispuesto a hacer concesiones respecto a la ingenuidad de la premisa argumental. Pero si buscas una gran historia de Batman, cimentada en la seriedad de unos buenos guiones, me temo que ésta no lo es, siempre recordando que solamente es mi opinión, y no tiene por qué generaros las mismas impresiones la obra si le dais una oportunidad. Yo leí la miniserie cuando se publicó en grapa y no me convenció, y tras haberle dado otra oportunidad, me deja igual.
Por ir terminando, “Caballero Blanco” tiene una secuela llamada “La maldición del Caballero Blanco” (aquí tenéis la reseña dedicada a ella en la web). Y sobre la edición, ECC nos trae un tomo en cartoné que contiene la miniserie completa, más bastante contenido extra, cosa que siempre es de agradecer para disfrutar de una mejor manera la experiencia lectora sobre el proceso creativo. Esto es todo por mi parte, un saludo y hasta la próxima.
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